Por Carlos Uzcategui
Las
ciudades latinoamericanas enfrentan una crisis creciente en la gestión del agua
potable. A medida que la población urbana aumenta y las infraestructuras
envejecen, la eficiencia del suministro se ve comprometida. Un problema crítico
en este contexto es el alto porcentaje de agua no contabilizada, que incluye
pérdidas por fugas, conexiones clandestinas y errores de medición.
Paradójicamente,
los gobiernos se resisten a implementar sistemas de medición y cobro del
consumo doméstico, una medida que podría contribuir significativamente a
reducir estas pérdidas. A menudo, esta resistencia se fundamenta en razones
políticas y sociales, priorizando la gratuidad del servicio por encima de la
sostenibilidad del sistema. Sin embargo, esta decisión tiene consecuencias
graves, pues perpetúa la ineficiencia operativa, incrementa los costos de
mantenimiento y obliga a buscar nuevas fuentes de abastecimiento de manera
prematura.
Este
artículo explora la paradoja de que "caro es lo que no se tiene" y
plantea que el verdadero costo no radica en pagar por el agua, sino en
enfrentar su escasez cuando más se necesita.
1.
La Percepción del Agua como Bien Común
En
muchas sociedades latinoamericanas, el agua es vista como un derecho
fundamental y su acceso gratuito es defendido por razones sociales y políticas.
Sin embargo, esta percepción ignora la necesidad de financiar el mantenimiento
de la infraestructura y la gestión eficiente del recurso. La falta de tarifas
adecuadas y medición genera un uso ineficiente del agua, fomentando el derroche
y reduciendo los incentivos para su conservación. Además, la gratuidad
percibida muchas veces distorsiona la percepción del valor real del agua,
llevando a su sobreexplotación y dificultando la implementación de estrategias
de sostenibilidad a largo plazo. En este contexto, es fundamental generar
conciencia sobre la importancia de una estructura tarifaria equitativa que permita
garantizar tanto el acceso como la preservación del recurso para las
generaciones futuras.
2.
Costos Ocultos de la Falta de Medición
La
ausencia de sistemas de medición y cobro contribuye a una serie de problemas
económicos y operativos:
·
Costos de mantenimiento elevados: Las fugas no
detectadas y las conexiones clandestinas generan gastos innecesarios en
reparaciones e intervenciones, lo que incrementa la carga financiera de los
operadores de agua y reduce su capacidad de inversión en mejoras.
·
Planificación deficiente: Sin datos precisos
sobre el consumo, la planificación de la expansión del sistema se vuelve
ineficaz, lo que impide el desarrollo de infraestructuras adecuadas para el
crecimiento poblacional.
·
Pérdida de sostenibilidad financiera: La falta de ingresos
adecuados limita la capacidad de inversión en modernización y mantenimiento de
la red, generando un ciclo de deterioro progresivo en la infraestructura
hídrica.
·
Desperdicio del recurso: La ausencia de
medición desincentiva la eficiencia en el consumo, llevando a un uso irracional
del agua y aumentando la presión sobre fuentes de abastecimiento que ya están
en riesgo de agotamiento.
·
Impacto ambiental: Al no contar con un
control preciso del consumo, los acuíferos y cuerpos de agua superficiales son
sobreexplotados, afectando los ecosistemas y reduciendo la disponibilidad
futura del recurso.
3.
La Paradoja del Agua Barata
A
corto plazo, mantener tarifas bajas o nulas puede parecer una solución
políticamente viable, pero en el largo plazo provoca crisis de abastecimiento.
La incapacidad de sostener el sistema con ingresos propios obliga a recurrir a
subsidios estatales o a inversiones costosas en nuevas fuentes de agua. Además,
la falta de una estructura tarifaria adecuada impide la inversión en
tecnologías de detección de fugas y modernización de la infraestructura, lo que
agrava las pérdidas del sistema. Como resultado, lo "barato" en
realidad se vuelve "caro" debido a los costos acumulados por
ineficiencia, escasez y la creciente dificultad para garantizar el suministro a
una población en expansión.
4.
Experiencias Exitosas y Lecciones Aprendidas
Países
como Brasil y México han implementado tecnologías avanzadas de medición y
tarifas progresivas que han logrado:
- Reducir
pérdidas: Identificación
temprana de fugas y conexiones ilegales.
- Optimizar el uso
del recurso: Creación de
conciencia sobre el consumo responsable.
- Garantizar la
sostenibilidad financiera:
Mayor inversión en infraestructura y tecnología.
Resumiendo,
tenemos, que el problema del agua en América Latina no se debe solo a la
escasez del recurso, sino a una gestión ineficiente marcada por la falta de
medición y cobro adecuado. Si bien es necesario garantizar el acceso equitativo
al agua, también es fundamental establecer mecanismos que fomenten su uso
racional y aseguren la sostenibilidad del sistema.
La
frase "Caro es lo que no se tiene" ilustra perfectamente esta
problemática. No pagar por el agua puede parecer una solución viable en el
corto plazo, pero el costo real se hace evidente cuando el suministro colapsa y
la población enfrenta escasez. Por ello, la solución no está en evitar el
cobro, sino en diseñar un sistema de tarifas justas y progresivas que permitan
mantener la infraestructura, reducir pérdidas y garantizar el acceso al agua a
largo plazo.
Referencias
1.
García, A. &
Pérez, M. (2019). Gestión del agua en
ciudades emergentes de América Latina. Revista de Ingeniería Hidráulica,
23(2), 45-67.
2.
Rodríguez, J. (2021). El desafío de la medición en sistemas de
agua urbana: Experiencias y aprendizajes. Ingeniería y Desarrollo, 18(1),
23-40.
3.
Organización de
las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). (2018). Modernización de infraestructuras hídricas
en América Latina. Informe Técnico.
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